El tiempo es una cosa extraña, es una propiedad finita que tenemos, pero que nunca sabemos cuanto tenemos hasta que ya es demasiado tarde. Ni se compra ni se vende, como el amor verdadero. Pero tal cual como el amor verdadero, si es posible una especie de compra y una especie de venta. No hablaremos sobre eso de comprar amor porque es terreno pantanoso, pero si vamos a ver eso de comprar tiempo.
Imagínate que estás siendo víctima de un robo, no que ya pasó, si no que en estos precisos momentos uno ladrón está intentando entrar en tu piso, está en la puerta listo para entrar y hacerse con tus cosas. En estos momentos (y seguro en muchos otros más) quisieras contar con más tiempo para que llegue la policía, que quizás ya fueron avisados, quizás ya están en camino, pero puede que cuando lleguen ya te falte medio piso o de una forma u otra el daño ya está hecho y no hay vuelta atrás.
Lo ideal es detener el robo antes de que este suceda, como nos sugiere los cerrajeros en eixample , y si el criminal está muy empeñado en que es con nosotros, que los ladrones son tan tercos como cualquiera incluso algunos dicen que debajo de la escoria son humanos como los demás, pues lo menos que podemos hacer es hacerle el trabajo lo más difícil posible y más aún, comprar el mayor tiempo posible para que la policía pueda llegar y apresarlo o detenerlo antes que se vaya.
A esto nos referimos con comprar tiempo, cuando un criminal está intentando abrir una cerradura, siempre se decantará por la opción más fácil ya que sabe que el tiempo le juega en contra, cada minuto que pase de más en la puerta levantará sospechas y aumenta la posibilidad de que llegue alguien, policía o no y le arruine el plan. Es por esto que si encuentra una cerradura que le quite mucho tiempo puede directamente pasarla por alto o arriesgarse y podríamos ganar nosotros.
¿Y cómo es que se compra el tiempo en esto? Pues muy sencillo, protegiendo nuestra cerradura con un simple dispositivo llamado escudo blindado. Primero que todo, hay que saber que cada capa de protección que se puede colocar a nuestra cerradura irá a jugar a nuestro favor pues le aumenta el tiempo para actuar al criminal, pero con un escudo blindado obtendremos esto y más.
Un escudo, tal como aquel de los gladiadores, es justo eso, una barrera metálica que ponemos para proteger algo. En cuanto a las cerraduras su objetivo es protegerla, evitar el acceso directo al bombín y la cerradura cubriéndola toda, a veces solo dejando visible la ranura para introducir la llave y agregando varias tecnologías de protección antirrobo a la vez. Estos escudos blindados evitan ataques con taladro, que son de los más extremos que puede recibir una cerradura promedio, evita que arranquen la cerradura con tenazas o intenten extraerla con otros medios, algunos incluso agregan métodos anti bumping, anti ganzúas y anti impresioning.
Vamos, que solo le falta una espada para que la cerradura ataque al criminal.